Nuestro país hace unos años vivió una época dorada, en la que se construían pisos y casas, no solo por encima de lo prudente, sino también de la objetiva demanda, y todo ello alimentado por las facilidades financieras que las Entidades de Crédito ofrecían.
Estas magníficas condiciones, que posibilitaban acceder, sin ningún tipo de problema, a ellos, distorsionaban al cliente que acababa pensando que podría acceder siempre a la mejor vivienda, incluso superior a sus necesidades, y menospreciando el futuro laboral que pudiera darse. Pero no es oro todo lo que reluce y no todo el mundo entiende de escritos hipotecarios, ni los cálculos implícitos que se derivan de ellos. Y todo ello, al cabo de pocos años, y máxime cuando la crisis económica se agudiza, agrava la situación del hipotecado, y es entonces cuando se le da la importación que tiene una Cláusula de Suelo.
Una Cláusula de suelo, o de tipos mínimos, bloquea el ahorro que el tipo de interés bajo, que hay actualmente y que se prolonga desde el año 2009, produciría en una hipoteca, la anula por completo. Para verlo claro les pondremos un ejemplo:
- Tenemos un préstamo hipotecario por un importe, pendiente de amortizar, de 200.000€, y asociado a este préstamo tenemos aplicado un Euribor (hoy al 0,40%) más un diferencial de 0,75 puntos. Esto supondría un 1,15% a liquidar en concepto de intereses en nuestra cuota mensual; pero tiene una cláusula de suelo del 3,50% que supone pagar un diferencial, a favor de la Entidad Bancaria, de aproximadamente unos 4.700€ anuales. “Gracias” a esta dichosa cláusula pagamos sobre ¡¡400€ de más cada mes!!.
Hoy en día mucha gente sigue ignora el perjuicio que todo esto está teniendo en su bolsillo, y otras muchas personas, simplemente se quedan quietas porque creen que moverse, que reclamar y acudir a un abogado, les dará más quebraderos de cabeza y más gastos de los que ya tienen. Esta forma de pensar es errónea, nunca hay que dejar las cosas pasar. Este gasto nos perjudica mensualmente, agrava nuestra situación económica, y se va a prolongar durante todo lo que reste para liquidar la deuda con el Banco, siempre que el tipo aplicado sea inferior a la cláusula suelo, que dado el actual panorama económico, parece que lo será por muchos años.
Piense una cosa, más de 100 entidades bancarias españolas tienen interpuestas demandas por este tema, y menos del 5% de los afectados por esta situación presentó reclamaciones en los tribunales.
Hay que iniciar la reclamación cuanto antes. Acudir a un despacho de abogados especializados en este tema y presentar la oportuna reclamación ante la Entidad Bancaria, esta es la mejor manera de hacer que este sobrepago tenga los días contados.
En Sin Cláusulas somos especialistas en este terreno y le ofrecemos, no cobrar en el proceso, solo si finalmente el caso se resuelve positivamente para usted.