Parece que al sector bancario se le acumulan los problemas. Desde hace un tiempo, cada pocos meses, aparece una nueva amenaza, surgida de las malas prácticas que llevaron a cabo durante tantos años: preferentes, swaps, deuda subordinada, cláusulas suelo, hipotecas multidivisa, acciones de Bankia… Todos estos casos han tenido un inevitable choque contra los clientes y siempre en sede judicial.
En los juzgados las entidades han perdido todas las batallas por este tipo de acciones. Los juzgados españoles han sentado jurisprudencia contra este tipo de actuaciones poco legales y han obligado a la banca a devolver el dinero que han sacado de sus clientes. Ahora que todo parece calmarse, se vislumbra un nuevo problema: los intereses hipotecarios podrían caer por debajo de cero si el Euribor sigue con su descenso.
Este mes de febrero el Euribor ya se situó en intereses negativos, por primera vez en su historia. De prolongarse esta situación y ante las medidas que está dispuesto a tomar el BCE, las hipotecas, incluso contando con el diferencial del Euribor, podrían situarse en términos negativos, por lo que el banco debería devolver dinero al cliente.
La opción de los bancos es la de establecer un suelo del 0%, para no tener que pagar a los clientes por haberles prestado el dinero. Aunque está decisión parece poco inteligente viendo que los juzgados están declarando nulas este tipo de cláusulas y obligando a los bancos a devolver el dinero cobrado de más por este tipo de prácticas poco claras.
En cualquier caso, sería un comportamiento extraño, pues iría contra natura que el prestatario tuviese que pagar al deudor. Sin embargo, si se sigue dando este descenso del Euribor puede acabar ocurriendo algo así. De todas formas esta bajada solo se notaría si el interés negativo se sitúa por debajo del diferencial y se mantiene así durante cierto tiempo.
Las entidades, por su parte, están reaccionando subiendo el diferencial de forma que, por más que baje el índice, nunca llegue a ser negativo para la entidad.