Con su sentencia de mayo de 2013 que declaró nulas las cláusulas suelo en hipotecas, el Tribunal Supremo abrió la caja de pandora para todos los bancos que tienen este tipo de acotaciones en sus contratos. Provocando un aluvión de reclamaciones de los clientes en los juzgados que aún no ha terminado.
Bankia tiene este tipo de cláusulas suelo en su cartera hipotecaria que impiden al cliente beneficiarse completamente de la bajada del euribor, ahora en mínimos históricos. Por ello encaró 455 procedimientos judiciales abiertos a cierre del ejercicio 2014. Y todo apunta a que el número seguirá creciendo durante el 2015.
En casi todos los casos, los jueces han fallado en contra de la entidad, según precisa Bankia en un informe publicado hace unos días. De las 167 sentencias que se dictaron por demandas de nulidad de cláusula suelo, la Justicia ha dado la razón al cliente en 156 ocasiones, lo que supone el 93% del total.
La entidad nacionalizada cuenta con 3.984 millones de euros de créditos con cláusulas suelo . Y de este volumen, 3.679 millones las tienen activadas. En la cartera hipotecaria existen 34.000 operaciones con cláusulas suelo, el 4% del total de operaciones, por importe de 2.450 millones.
El Banco de España envió en 2013 una carta a la patronal bancaria en la que recomendaba revisar la adecuación de las cláusulas suelo a los criterios de transparencia del Alto Tribunal en su fallo de 2013. Según Bankia, «no existen elementos que permitan concluir de manera taxativa» que sus cláusulas suelo «no puedan superar el doble filtro de transparencia que exige la sentencia». De todas formas dejaron de incluirse en abril de 2014.
La lucha de bancos y clientes en los juzgados ha dado un giro importante con las demandas colectivas que incluyen a 15.000 clientes y que quedó vista para sentencia. Esta asociación de consumidores espera que las cláusulas suelo en España «sean historia antes de las vacaciones judiciales del mes de agosto». Y no es la única que anticipa una resolución a corto plazo, antes de las elecciones generales previstas para finales de año.
Es probable que la Justicia obligue a las entidades a eliminar estas acotaciones de sus hipotecas en lo que queda de 2015, lo que impactará negativamente en su margen de intereses del próximo ejercicio. «Con las elecciones previstas para diciembre, una sentencia positiva para los demandantes es cada vez más probable», dice la primera firma.
El impacto negativo de la retirada de estas cláusulas en Bankia será del 2% del beneficio antes de impuestos en 2016, inferior al que experimentarían otras entidades financieras como Popular (15%), Sabadell (11%) y CaixaBank (8%). La medida, sin embargo, no afectaría a Bankinter o Santander, que no tienen cláusulas suelo en sus hipotecas, y tampoco a BBVA, que ya las ha eliminado.
En la hipótesis de que el fallo obligara a la banca a retirar estas cláusulas con efecto retroactivo desde mayo de 2013, fecha de la primera sentencia del Supremo, el coste conjunto ascendería a 980 millones de euros. En este escenario, CaixaBank sería la entidad más afectada, con 400 millones, seguida por Sabadell (300) y Popular (260).
En el actual entorno de beligerancia entre entidades y clientes por las cláusulas suelo, se recalca que éstas «son legales» y hace un llamamiento a la responsabilidad de los ciudadanos más que de los bancos. Apunta a que las cláusulas «son negociables y no necesariamente han de formar parte del contrato» e insta a los clientes a plantearse la idoneidad de las ofertas de tipos fijos que dan la tranquilidad de no poder ser modificados a lo largo de la vida del préstamo.